Los hoteleros desmontan la tasa turística ‘a la catalana’ de Puig porque será un impuesto obligatorio
La batalla contra la implantación de la tasa turística en la Comunidad Valenciana que ultiman los socialistas, Compromís y Unidas Podemos incrementa su intensidad. Los hoteleros están plenamente decididos a desmontar los mantras sobre los que el Gobierno valenciano, que preside el socialista Ximo Puig, fundamenta su apoyo a esa tasa. Afirman que en realidad será un impuesto obligatorio ante el que los ayuntamientos ejercerán de meros recaudadores ya que el beneficio irá destinado a la caja común de la Generalitat. Los consistorios, no obstante, podrán establecer un recargo municipal a la citada tasa. El texto del proyecto, dicen, está además tomado de la normativa catalana.
Ni es una tasa ni será municipal ni tampoco voluntaria. Los hoteleros de la Comunidad Valenciana están plenamente decididos a desmontar los mantras con los que Ximo Puig y su Gobierno mantienen la vigencia del proyecto para implantarla en la Comunidad Valenciana. La última asamblea de la patronal más importante del sector turístico en suelo valenciano, Hosbec, no sólo mostró su rechazo, sino que además reclamó la retirada del texto que va a servir de base a la ley.
También, el Consejo Económico y Social de la Diputación de Alicante la rechazó, pero con los votos en contra a ese rechazo de Compromís y los socialistas. No obstante, el Gobierno de Ximo Puig y los grupos parlamentarios que lo apoyan están empeñados en continuar adelante.
Ante esta situación, Hosbec ha advertido de que no se trata de una tasa sino de un impuesto en toda regla. Y para sostener esa tesis se fundamentan en la disposición general primera del citado proyecto, que dice textualmente que «se crea el impuesto valenciano sobre estancias turísticas como tributo indirecto, instantáneo y propio de la Comunidad Valenciana».
En segundo lugar, disienten de que se trate de un impuesto municipal y voluntario. Es decir, que lo cobren sólo aquellos municipios que quieran adherirse al mismo, sino que será un «impuesto autonómico, que se recaudará en todos los municipios y en todas las empresas de alojamiento turístico y cruceros» y que además, puede «duplicar su cuantía» porque «se prevé un recargo municipal», extremos todos ellos recogidos en el denominado ‘Manifiesto para solicitar la retirada de la proposición de ley que pretende implantar la tasa turística en la Comunidad Valenciana’.
Pero además, según ha sostenido hoy la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes, el impuesto turístico que prepara Puig y sus socios de Gobierno penalizará, precisamente, a aquellos alojamientos que cumplen la ley como establecimientos turísticos reglados, que apenas suponen un 25% del total. Queda, por tanto, fuera, el denominado ‘mercado negro’ del hospedaje: aquellos alojamientos que no están reglados.
Por otra parte, también quedan fuera las denominadas segundas residencias: casas que tienen en la Comunidad Valenciana personas que viven en otras autonomías, pero de las que disfrutan en sus periodos vacacionales.
Turismo de empresas
Además, genera un agravio para el denominado ‘turismo de empresas’ y de congresos, porque para esas empresas, un solo euro de diferencia entre un destino u otro puede definir cuál de esos 2 destinos elegir. Esta circunstancia, según ha explicado Nuria Montes, reducirá considerablemente la competitividad con destinos como Sevilla, Toledo, Madrid, Málaga o Zaragoza.
No es la primera vez que Hosbec se posiciona diametralmente en contra del impuesto a las pernoctaciones turísticas que ultima el tripartito de izquierdas valenciano, pero sí manifiesta la clara intención de desmontar los mantras. Con una grave cuestión adicional: la tasa turística generará un efecto disuasorio, afirman, para los touroperadores británicos, un mercado esencial. Especialmente en la ciudad turismo por excelencia: Benidorm, y la franja costera de la provincia de Alicante, lo que incluye Torrevieja.
La tasa turística ya está en vigor en Cataluña y Baleares, los 2 territorios que para los nacionalistas conforman esa entelequia denominada ‘países catalanes’ junto a la Comunidad Valenciana. Si su tramitación sale adelante será el impuesto común, con la particularidad de que el encarecimiento de las pernoctaciones en territorio valenciano acercará los precios entre las 3 autonomías por el encarecimiento en la valenciana.